Frame superlativo

Billy Elliot (2000)

En estos dos fotogramas, podemos ver un paralelismo entre el principio y el final de la película. En el primero, Billy frustrado después de discutir con su familia, creyendo que nunca va a lograr lo que se propone. El segundo, la felicidad de su padre al enterarse que ingresó a la academia. 

Para mí, estos frames son superlativos porque representan la superación a través de recursos formales, recurriendo principalmente a la fotografía. Sin diálogos, sin palabras.

En cuanto a los elementos conceptuales en cuadro, vemos una colina que ambos suben corriendo, con esfuerzo, a lo lejos un mar que se pierde con el cielo, y un punto de fuga formado por las edificaciones de ladrillos a sus lados. Según mi interpretación, es una colina de esfuerzo y sacrificios que ambos tuvieron que atravesar para conseguir su objetivo, uno que estuvo delimitado hasta el final por el contexto socioeconómico en el que viven (las paredes que, por la angulación contrapicada de la cámara, se ven enormes al lado de ellos). Y al fondo, un mar de oportunidades para escapar de esa crisis, que también implica un obstáculo que atravesar, sus limitaciones. Con estos planos se da a entender que todo el esfuerzo de la familia estuvo cargado de prejuicios, no sólo del pueblo sino de la misma familia, al encontrarse con una realidad diferente a la que están acostumbrados debido a los conflictos propios de la sociedad y del pueblo donde crecieron. 

Estos son los elementos que más destaco de los frames, porque con este encuadre y la angulación de cámara, se cuenta toda la historia de la película. En este caso, no hacen falta grandes iluminaciones para dar un significado y generar un sentimiento, más que la luz natural de un día soleado. Y a su vez, al elegir esta opción de iluminación, se sigue desarrollando la estética y las características propias de la película, narrando la “simpleza” del vivir de estos personajes, que no tienen lujos y llevan una vida común y corriente dentro de un pequeño pueblo.